La música medieval está formada por dos periodos principales: el Románico y el Gótico.
Dentro de la música medieval se pueden distinguir diferentes fenómenos musicales, entre los que destacan el canto gregoriano, la música profana y la polifonía.
El canto gregoriano tuvo gran importancia, ya que es la única música conservada anterior al siglo IX. Era un tipo de música estrictamente vocal y a una sola voz, o, como mucho, con un acompañamiento a base de quintas paralelas. Pero fue como consecuencia de una serie de cambios económicos y por el nacimiento de las lenguas vulgares que surgió la música profana, en la que se podían expresar deseos y aspiraciones.
Los verdaderos protagonistas del nuevo estilo fueron los trovadores (langue d'oc o provenzal), los trouvères (langue d'oil o francés antiguo) y los minessänger (alemán). Todos ellos eran poetas músicos que cantaban a todos los sentimientos humanos, siendo su temática principal, especialmente, el amor, la guerra y la naturaleza. Esta música se caracteriza por un ritmo mucho más marcado y variado que el gregoriano, y depende del estado de ánimo del autor (triste, alegre, amoroso, guerrero...). Se crearon nuevos tipos de danza, y lo más destacado fué el hecho de acompañarse con instrumentos musicales.
Estos se pueden contemplar en muchas obras de arte de la época.
Instrumentos representativos de la época son la gaita, la flauta, el oboe, el cuerno, la cornamusa y el órgano portátil (viento); los platos (percusión); la viola, el arpa, el laúd, el salterio, el organistrum (antecesor de la zanfona) y el rabel (cuerda).Y la última forma musical, la polifonía, es el canto a varias voces que suenan simultáneamente.
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